Mi chiqui Víctor (es el niño de mi amiga Amparo), me regaló este precioso dibujo. No sé si porque era un momento difícil en mi vida, pero la verdad es que me emocioné al recibirlo, y no sabéis hasta qué punto me alegró el día.
Lo guardé cuidadosamente y pensé que tenia que hacer algo con él. Que no debería acabar perdido entre montones de papeles.
¿Por qué no convertirlo en una joya que pudiese llevar siempre puesta?
Es un dibujo creado por un diseñador tan especial...
Y comencé con el trabajo. Recocido de la plata, corte, fundido y dar forma a la pieza.
Este es el resultado final. Se ha convertido en mi pieza favorita y es para mí muy, muy especial. Me permite recordar que en medio de la más oscura tormenta ver un rayito de sol es posible.
Me encanta, tanto el anillo como lo que representa...
ResponderEliminar